Si a Racing le gustan jugar finales (se suele potenciar en los partidos que no dan revancha) la dispuesta ante Unión este jueves, en Santa Fe, tenía que generar -desde el clic mental y futbolístico- una reacción.
No se trataba de un compromiso más.
La excusa era el partido postergado de la 7° fecha del torneo Apertura 2025, pero el visitante estaba obligado a cortar la racha más negativa de Costas desde que regresó como DT a la Academia, con cuatro derrotas y un empate.
Nadie le quitará la gloria conseguida por la Copa Sudamericana 2024 y la Recopa 2025, después de vencer de gran forma por un global de 4-0 a Botafogo, el último campeón de la Copa Libertadores, pero la espuma de los festejos van quedando atrás.
Y el certamen local presionaba a un equipo que -vería como una gran frustración- quedar afuera de los primeros ocho clasificados de la Zona A para la etapa final.
El triunfo por 1-0 se dio por esas cosas que el fútbol solo es capaz de explicar: Unión pateó 34 veces, le generó ¡22 chances de gol y en la última casi empata su arquero Cardozo!, pero la diferencia la marcaron las atajadas de Facundo Cambeses (la gran figura de la noche) y la sociedad de siempre en la visita: Salas-Maravilla Martínez..